Croquetas de Pollo y Jamón

Podría decir que esta es una de las recetas que ha originado la creación del blog, así que tiene que ser una de las primeras, claro.

La receta es de mi madre, la mejor croquetera del mundo (y muchos diréis "Nooo, esa es mi madre", pero lo cierto es que las croquetas de las madres siempre son las mejores). En todo caso, a Mr. P le vuelven loco y tenía que aprender esta receta.


Como veréis, no he puesto cantidades porque la elaboración de estas croquetas consiste en jugar con su textura.

Ingredientes:
- Pollo
- Jamón
- 1 cebolla pequeña
- Harina
- Leche entera
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra molida (opcional)

Primero cocina el pollo y la cebolla. Puedes hacerlo tanto a la plancha, como al horno con un chorrito de aceite, como en una cacerola con la cebolla y un poco de zanahoria si quieres.

Cuando el pollo esté hecho, pásalo por la picadora, junto a la cebolla. Haz lo mismo con el jamón.

Pon 1 ó 2 cucharadas de aceite de oliva en una sartén (pon más o menos en función de la cantidad de carne que tengas). Cuando esté caliente, añade la carne y el jamón y dale un par de vueltas. Entonces añade una cucharada de harina directamente por encima y muévelo. Incorpora un poco de leche y sigue moviendo. Este proceso se repite hasta que la masa esté lista, que será cuando:
- Tenga la consistencia que quieras (más consistente o más cremosa) 
- No se pegue a la sartén

Es decir, una vez la masa esté en su punto de cremosidad (que depende del gusto de cada uno), sigue removiéndola con la cuchara de madera hasta que no se pegue a la sartén.

Pon la masa en un plato y déjala unas horas tapada con un trapo de cocina. Después ya sólo es cuestión de darles forma y rebozarlas con pan rallado. 

Para freírlas, pon abundante aceite en una sartén a fuego fuerte y asegúrate que está bien caliente antes de poner las croquetas.