Rosas tardías

La cena de anoche merece un post especial, un post inspirado, y no es ese mi estado de ánimo ahora precisamente, cuando se me cierran los ojos y me caigo de sueño... Por eso, sólo voy a decir Gràcies a Massitet y Kissumenja de la Olleta de Verdures por organizar la quedada y al resto de bloggers por la experiencia (Menja Sa, La Gemmota a la Cuina, La Quinta de Luculus...). ¡No pienso perderme la próxima!

Por ahora sólo copio la receta de las galletas que llevé como regalito para el amigo "invisible". Las galletas en sí no tienen nada especial (de hecho los ingredientes son los mismos que en las Galletas Enrolladas), pero son las primeras que he decorado, por lo que estoy muy orgullosa, jeje. Quedaron bien, ¿no?




Ingredientes para la masa de 40 galletas:
- 175 gr de mantequilla textura pomada
- 300 gr de azúcar
- 1 huevo
- 350 gr de harina blanca


Ingredientes para la decoración: 
- 125 gr de azúcar glas
- 5 gr de albúmina en polvo (clara de huevo)
- Agua
- Colorante

Preparación de las galletas:

Bate la mantequilla con el azúcar en un cuenco hasta que la mezcla quede ligera y esponjosa. Incorpora el huevo batido.

Tamiza la harina e incorpórala, mezclando bien hasta obtener una pasta de consistencia blanda pero en la que puedas utilizar el rodillo. Si ves que es demasiado pegajosa, añade harina hasta obtener el resultado deseado.

Amasa la pasta hasta que quede del grosor deseado para las galletas y utiliza el cortapastas que quieras. En este caso utilicé el cortapastas en forma de rosa que regalaban en Gadgets&Cuina por St. Jordi, un detalle muy bonito para los clientes habituales.

Cuece las galletas en el horno durante 10 min a 180º y luego déjalas enfriar en una rejilla.

Decoración de las galletas:

Primero mezcla el azúcar glas y la albúmina con unas gotas de agua y ve añadiendo líquido hasta que obtengas la consistencia que quieras (ni muy muy espesa, ni muy líquida).

Con el colorante también es cuestión de jugar poco a poco. Con la ayuda de un palillo o una cucharilla, coge un poco de colorante y mézclalo en la pasta de azúcar. Si no es la tonalidad que buscas, añade un poco más hasta que la consigas.
Para pintar tienes varias opciones: ayudarte con un palillo, con un pincel fino o con el invento de Lekué que se ha puesto tan de moda estos días, el Decopén. La verdad es que funciona muy bien. Para mí no es tan cómodo como el pincel, pero funciona muy bien por el precio que cuesta.

Después de estas galletas y viendo el resultado, tengo ganas de estrenar los cortapastas en forma de tulipanes y mariposas que compré hace poco (postres bucólicos...).