y mantequilla!
Creo que no hay nada tan evocador como pan con chocolate para transportarnos de nuevo a las meriendas de la infancia. Bueno, de hecho para mí sí hay otra merienda golosa que preparaba mi abuela, pero ésa es otro cuento.
Os preguntaréis a qué viene toda esta historia y tanta añoranza, ¿será la lluvia de Barcelona? ¿la primavera que no termina de llegar? Jeje, pues no, después de cuatro años fuera de España el mal tiempo ya no me afecta tanto (mirémoslo por la parte buena).
Esta mención viene a que nuestros vecinos franceses añadían mantequilla al pan y chocolate.
Ni qué decir que cuando me lo contaron por primera vez pensé que estaban estropeando la merienda universal de mala manera. Al final, después de un acalorado debate sobre mantequilla sí, mantequilla no, decidí probarlo. Y bueno, la verdad es que el resultado no es nada malo. Podría llegar a decirse que la mantequilla realza el sabor del chocolate (¡esto no lo admitiré delante ningún francés!) pero yo no me resisto a cambiar mi pan con chocolate de toda la vida.
¿Y vosotros qué preferís?