Entre los postres de frutas, creo que éste destaca por su asombrosa sencillez y elegancia.
Me contaba la madre de P. hace poco que el origen de esta tarte viene de unos maestros pasteleros que hablando hablando mientras trabajaban, se dieron cuenta que habían rellenado el molde con la fruta... y se habían olvidado de poner la masa como base, así que decidieron ponerla encima y darle la vuelta una vez hecha. ¡Quién les iba a decir a estos pasteleros que su despiste se convertiría en una tarta de renombre...!
La receta es de Bernat Martínez, tomada en curso de Aula Gastronómica.
Ingredientes para 4 tartas individuales:
- 1 placa de masa brisa
- 4 peras
- 30 gr de mantequilla
- 50 gr de azúcar
- 250 gr de nata para montar (para acompañar)
- 50 gr de azúcar
- 1 limón
- 1 naranja
Pela las peras y córtalas en 4 u 8 trozos, según el tamaño de la pera.
Pon una sartén al fuego con la mantequilla. Cuando se derrita, añade el azúcar y carameliza suavemente, a fuego medio. Añade las peras y deja que se cuezan hasta que estén tiernas.
Pon las peras bien dispuestas en las tartaletas o moldes y encima la pasta brisa. Asegúrate de apretar bien los bordes alrededor y realiza unos pequeños cortes por la masa, para facilitar que salga el vapor acumulado dentro y la masa no se abombe mucho. Cuece al horno durante 5-10 minutos a 200ºC.
Como sabréis, la tarta tatin se degusta normalmente tibia y acompañada por nata líquida o nata montada.
Una buena idea, con un toque refrescante, puede ser nata con cítricos: Monta la nata con el azúcar. Una vez montada, ralla encima la piel del limón y la naranja.