De todas maneras, me viene bien para participar en el concurso que organizan Anita Cocinitas y Mumumío. La temática es recetas de invierno y por eso digo que me viene bien. Esta crema es reconfortante, ligera y sabrosa.
Cierto que no es la temporada de los tomates y su sabor por sí solo no es ni exquisito ni intenso, pero con esta receta lo maximizamos con un resultado genial.
Anoche mientras la tomaba evoqué esas noches dublinesas y me dejé transportar a mi antiguo apartamento, un ático acristalado desde el que no me importaba que afuera tronara.
Ingredientes para 2 raciones:
- 8 tomates
- 4 patatas pequeñas
- 4 hojas de albahaca fresca
- 2 cucharadas de nata líquida
- Sal
- Pimienta negra molida
- Aceite de oliva
Pela las patatas y córtalas a dados pequeños. Rehógalas en una cacerola con una cucharada de aceite de oliva.
Pela los tomates, quítales el corazón y córtalos a dados. Añádelos a la cacerola. Salpimenta.
Lava las hojas de albahaca, pícalas bien finas y échalas junto a las patatas y los tomates. Remueve bien e incorpora un vaso de agua, lo justo para cubrir los ingredientes.
Deja que se cuezan a fuego medio hasta que las patatas estén tiernas y aparta del fuego. Añade la nata líquida y mezcla.
Pasa todos los ingredientes por el minipimer y rectifica de sal si fuera necesario. Sirve caliente.
Puedes acompañar con jamón picado, virutas de parmesano o croutons.