El miércoles pasado estuve en Murcia junto a Paco, Mikel, Txaber y Laura. ¿El motivo? Visitar las instalaciones de Pascual, una de las mayores empresas horticultoras de Europa (no no, nada que ver con la leche!).
Normalmente no hablo de marcas de alimentación ni mantengo relación con ellas, pero esta oportunidad me pareció atractiva para conocer más de cerca una industria que juega un papel fundamental en nuestra alimentación (amén de que la compañía era fantástica).
El programa incluía una presentación en las oficinas de la empresa, visitas a los campos de apio, lechuga y a los almacenes. Durante la presentación se abordaron temas importantes como la sostenibilidad, la seguridad alimentaria (y exigencias de la UE) y el sabor de los productos, de acuerdo a la demanda de los consumidores. Me llevé una buena impresión del enfoque de la empresa y del trato recibido, pues en ningún momento tuve la sensación de que me estuvieran vendiendo la moto.
En las visitas por sus instalaciones, nos enseñaron la moderna maquinaria que utilizan a fin de que el producto llegue lo más fresco posible al supermercado (en la misma máquina lo lavan y lo empaquetan) y luego nos explicaron los diferentes controles de calidad que ellos mismos realizan.
En suma, una visita muy interesante y agredezo a Pascual la invitación. Y no sólo desde el punto de vista del aprendizaje o curioseo... ¡También desde el paladar! En la comida pudimos degustar una muestra de los productos estrella de Pascual: kumatos, minikumatos, apio, minihojas y... y remolacha.
La remolacha ha sido mi descubrimiento de 2011 (al menos del primer trimestre, espero que siga teniendo sorpresas así de agradables durante el resto del año).
Primero la probé en una clase de Mermeladas y Chutneys en Cookiteca, con la fabulosa Chef Alejandra Ellenberg y la segunda vez en Murcia. Ello me recordó que tenía esta receta por publicar desde que hice la clase allá por enero...
No me enrollo más, sólo aclaro que si la remolacha ha sido un descubrimiento es porque hasta ahora sólo había probado la cocida de bote, y claro, como suele pasar, no hay color. Animaros a probarla sola en ensalada o en chutney para acompañar carnes blancas.
Ingredientes:
- 500 gr de remolacha -betabel-
- 250 gr de cebolla roja
- 250 ml de vinagre o de zumo de limón
- 250 gr de azúcar
- 1/2 cucharadita de semillas de cilantro
- 1/2 cucharadita de semillas de mostaza
- 1/2 cucharadita de Allspice molido (o en su defecto Five Spice)
- 1/2 cucharada de sal marina
- Pimienta negra recién molida
- 1 cucharada de aceite de oliva
Pela la remolacha y córtalas a dados pequeños. Haz lo mismo con la cebolla.
Rehoga en una cacerola tanto la remolacha como la cebolla, con el aceite de oliva.
Cuando la remolacha empiece a soltar su jugo, añade el vinagre o zumo de limón, el azúcar, la sal, las semillas de mostaza y cilantro, el Allspice y un poco de pimienta negra. Cocina a fuego lento durante 30-40 minutos hasta que la mezcla empiece a estar espesa.
Deja enfriar antes de consumir.