No me voy a enredar ni en explicaciones ni excusas de por qué he estado out durante un mes porque siempre os aburro con lo mismo.
El caso es que como ya comenté, Silikomart me envió tres moldes para que probara e innovara y sólo había publicado una de las recetas (la de los dichosos Huevos de Pascua), ya tocaba ir publicando otra.
La verdad es que cuando recibí este molde... pues no me hizo una ilusión enorme porque por muy bonitos que sean los moldes con flores, los veo algo limitados. En general me gustan los utensilios multiusos y funcionales, moldes lisos para que luego pueda decorar a mi gusto. Y cuando vi estas flores me rompí la cabeza intentando dar con una preparación que luciera, pero que no fuera tipo bizcocho/tartita. Como tampoco me gustan los flanes ni pannacotas, lo llevaba algo complicado. Además por el diseño se me antojaba que debía ser una receta dulce...
Al final la idea más tonta que se me ocurrió fue la que acabó triunfando, así nacieron estas pequeñas bombas heladas, que son tan fáciles de hacer que hasta un niño puede con ellas (y se lo pasaría pipa, porque seguro que se pringaba a tope). La gracia está en presentar un postre bastante socorrido con una presentación algo menos vista.
Ingredientes para 6 bombas heladas (como las de la foto):
- 250 gr de chocolate de buena calidad
- 800 gr de helado de vainilla (o del sabor que guste)
Si haces el helado casero (aquí tienes la receta), reserva la preparación antes de meterla en el congelador.
Si el helado es comprado, déjalo en la nevera un par de horas antes de rellenar los moldes.
Con la ayuda de un paño mojado en alcochol, limpia bien los moldes para asegurarte que no queden restos de grasa, agua o polvo.
Deshaz 100 gr de chocolate. Si lo haces al baño maría, recuerda que el agua no puede llegar a tocar al chocolate. Si lo haces en el microondas, hazlo en tandas de 30 segundos y remueve entre medio para que el calor se reparta y el chocolate no se queme.
Deja enfriar un poco el chocolate (lo suyo sería atemperarlo, pero si no tienes tiempo o no estás seguro/a de cómo hacerlo déjalo enfriar mientras lo remueves, sin que llegue a endurecerse). Con la ayuda de un pincel, pinta los moldes por dentro. Dales la vuelta y mételos en la nevera hasta que el chocolate se haya secado.
Saca los moldes de la nevera y rellena las cavidades con el helado, que estará más deshecho, pero sin llegar al borde del molde. Deja un espacio de 2-3 milímetros y esta vez mete en el congelador hasta que el helado coja consistencia (unas 2-3 horas).
Funde el resto del chocolate y repártelo por encima del helado (una capa fina, si no será imposible cortarlo cuando se enfríe).
Vuelve a meter en el congelador y desmolda justo en el momento de servir.