A veces nos rompemos la cabeza para preparar una guarnición, o al menos eso me pasa a mí... Estoy venga a darle vueltas a ver cómo puedo hacer algo simple pero que salga de lo que siempre hacemos (véase verduras a la plancha, ensalada, pisto...) y aunque parezca mentira, me quedo en blanco.
Por eso me encantaron estos calabacines que preparó mi madre hace poco. Entra en la categoría de lo que yo llamo recetas perfectas: fáciles, rápidas y que aprovechan al máximo el sabor de la materia prima sin disfrazarlo.
Mostrando entradas con la etiqueta Guarniciones. Mostrar todas las entradas
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Tomates Secados al Horno en Aceite de Oliva
Pequeños y delicados, estos tomates son tan aromáticos que añadidos a un simple plato de pasta ya cambian totalmente el resultado final.
Los comprados no me convencen (para un apuro vale, pero no me matan) y por eso, ahora que estamos en plena época de tomates, no desaprovecho la oportunidad de hacerlos en casa. Son muy fáciles de preparar y se conservan fenomenalmente en aceite.
Los comprados no me convencen (para un apuro vale, pero no me matan) y por eso, ahora que estamos en plena época de tomates, no desaprovecho la oportunidad de hacerlos en casa. Son muy fáciles de preparar y se conservan fenomenalmente en aceite.
Carpaccio de Remolacha con Feta y Gracias
Aquí estoy de nuevo. Hacía poco más de una semana que no actualizaba y se me ha hecho eteeeeerno... Físicamente necesitaba un descanso de tanto ordenador pero en mi cabeza no he podido desconectar y de darle vueltas a todo...
Lo cierto es que este año ha llegado lleno de novedades y agradables sorpresas, múltiples propuestas y muchísimo apoyo, así que GRACIAS.
Antes de la receta, quiero hacer un breve repaso de las últimas novedades, la mitad de las cuales todavía no me creo...
A principios de año me propusieron publicar un libro con las recetas de Cocina para Emancipados y éste salió al mercado a mediados de Febrero (por cierto, momento #autopromo, recordad que ahora se acerca el Día del Libro / St. Jordi...).
A finales de Febrero se lanzó el Concurso Gastroblogs organizado por Cocina.es. Gracias a vuestros votos conseguimos quedar entre los 15 finalistas y hace dos días se publicaron los ganadores: ¡Cocina para Emancipados está en Tercer lugar! Desde aquí felicito también a Rosa, a Roger, a Susana y a Ivana y al resto de finalistas. El jurado no lo tuvo nada fácil, yo había hecho mis propias cábalas y sigo pensando que tanto Paco como Cristina merecían estar entre los ganadores (yo no imaginaba estar ahí!).
En tema de números... Evidentemente el número de visitas se ha triplicado, ya somos más de 3500 seguidores en Facebook y más de 550 en el blog...
Por último, una propuesta muy especial y que me hace especial ilusión: A partir de ahora, colaboraré con la sección Gourmet's de ElPeriodico.com. Ya podéis ver algunas de mis recetas por allí.
Así que por todo esto, GRACIAS de nuevo. Desde aquí también quiero agradecérselo a mi familia, que no veáis el bombo y platillo que le están dando al libro y lo mucho que me ayudan ;)
Ahora sí, inciso emocial finito, paso a hablaros de la receta. Ya os comenté anteriormente que hasta este año siempre había odiado la remolacha. Odiar en el sentido de no soportarla, ni mirar con buenos ojos a quien la comía.
Aaaay... qué ignorante... Cuando probé una buena remolacha, flipé. Me obligué porque estaba en una clase de cocina y siempre aprovecho estas clases para (re)descubrir sabores. Cuando cogí un trocito, muy cautelosa, esperando encontrarme con un sabor desagradable, la sorpresa no pudo ser mayor. ¡Pero si eso estaba bueno y todo! Sí, sí, desde entonces, esta es mi segunda receta con remolacha, que sé que no causa mucha sensación y no suele levantar pasiones, pero confío en que alguien me haga caso y se lance a probarla...
En esta ocasión, os traigo un delicado pero intenso carpaccio. Las remolachas que he utilizado para la ocasión son cortesía de la empresa Pascual, la cual me invitó (junto a otros bloggers de categoría estratosférica) a visitar sus instalaciones en Murcia. No me voy a enrollar porque esto ya os lo conté, pero después de la visita nos enviaron una muestra de sus productos para que los probáramos. No nos pidieron escribir sobre ello, pero no puedo dejar esta receta en el olvido, así que allá va... ¡Dejaos sorprender!
Lo cierto es que este año ha llegado lleno de novedades y agradables sorpresas, múltiples propuestas y muchísimo apoyo, así que GRACIAS.
Antes de la receta, quiero hacer un breve repaso de las últimas novedades, la mitad de las cuales todavía no me creo...
A principios de año me propusieron publicar un libro con las recetas de Cocina para Emancipados y éste salió al mercado a mediados de Febrero (por cierto, momento #autopromo, recordad que ahora se acerca el Día del Libro / St. Jordi...).
A finales de Febrero se lanzó el Concurso Gastroblogs organizado por Cocina.es. Gracias a vuestros votos conseguimos quedar entre los 15 finalistas y hace dos días se publicaron los ganadores: ¡Cocina para Emancipados está en Tercer lugar! Desde aquí felicito también a Rosa, a Roger, a Susana y a Ivana y al resto de finalistas. El jurado no lo tuvo nada fácil, yo había hecho mis propias cábalas y sigo pensando que tanto Paco como Cristina merecían estar entre los ganadores (yo no imaginaba estar ahí!).
En tema de números... Evidentemente el número de visitas se ha triplicado, ya somos más de 3500 seguidores en Facebook y más de 550 en el blog...
Por último, una propuesta muy especial y que me hace especial ilusión: A partir de ahora, colaboraré con la sección Gourmet's de ElPeriodico.com. Ya podéis ver algunas de mis recetas por allí.
Así que por todo esto, GRACIAS de nuevo. Desde aquí también quiero agradecérselo a mi familia, que no veáis el bombo y platillo que le están dando al libro y lo mucho que me ayudan ;)
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Ahora sí, inciso emocial finito, paso a hablaros de la receta. Ya os comenté anteriormente que hasta este año siempre había odiado la remolacha. Odiar en el sentido de no soportarla, ni mirar con buenos ojos a quien la comía.
Aaaay... qué ignorante... Cuando probé una buena remolacha, flipé. Me obligué porque estaba en una clase de cocina y siempre aprovecho estas clases para (re)descubrir sabores. Cuando cogí un trocito, muy cautelosa, esperando encontrarme con un sabor desagradable, la sorpresa no pudo ser mayor. ¡Pero si eso estaba bueno y todo! Sí, sí, desde entonces, esta es mi segunda receta con remolacha, que sé que no causa mucha sensación y no suele levantar pasiones, pero confío en que alguien me haga caso y se lance a probarla...
En esta ocasión, os traigo un delicado pero intenso carpaccio. Las remolachas que he utilizado para la ocasión son cortesía de la empresa Pascual, la cual me invitó (junto a otros bloggers de categoría estratosférica) a visitar sus instalaciones en Murcia. No me voy a enrollar porque esto ya os lo conté, pero después de la visita nos enviaron una muestra de sus productos para que los probáramos. No nos pidieron escribir sobre ello, pero no puedo dejar esta receta en el olvido, así que allá va... ¡Dejaos sorprender!
Chutney de Remolacha
El miércoles pasado estuve en Murcia junto a Paco, Mikel, Txaber y Laura. ¿El motivo? Visitar las instalaciones de Pascual, una de las mayores empresas horticultoras de Europa (no no, nada que ver con la leche!).
Normalmente no hablo de marcas de alimentación ni mantengo relación con ellas, pero esta oportunidad me pareció atractiva para conocer más de cerca una industria que juega un papel fundamental en nuestra alimentación (amén de que la compañía era fantástica).
El programa incluía una presentación en las oficinas de la empresa, visitas a los campos de apio, lechuga y a los almacenes. Durante la presentación se abordaron temas importantes como la sostenibilidad, la seguridad alimentaria (y exigencias de la UE) y el sabor de los productos, de acuerdo a la demanda de los consumidores. Me llevé una buena impresión del enfoque de la empresa y del trato recibido, pues en ningún momento tuve la sensación de que me estuvieran vendiendo la moto.
En las visitas por sus instalaciones, nos enseñaron la moderna maquinaria que utilizan a fin de que el producto llegue lo más fresco posible al supermercado (en la misma máquina lo lavan y lo empaquetan) y luego nos explicaron los diferentes controles de calidad que ellos mismos realizan.
En suma, una visita muy interesante y agredezo a Pascual la invitación. Y no sólo desde el punto de vista del aprendizaje o curioseo... ¡También desde el paladar! En la comida pudimos degustar una muestra de los productos estrella de Pascual: kumatos, minikumatos, apio, minihojas y... y remolacha.
La remolacha ha sido mi descubrimiento de 2011 (al menos del primer trimestre, espero que siga teniendo sorpresas así de agradables durante el resto del año).
Primero la probé en una clase de Mermeladas y Chutneys en Cookiteca, con la fabulosa Chef Alejandra Ellenberg y la segunda vez en Murcia. Ello me recordó que tenía esta receta por publicar desde que hice la clase allá por enero...
No me enrollo más, sólo aclaro que si la remolacha ha sido un descubrimiento es porque hasta ahora sólo había probado la cocida de bote, y claro, como suele pasar, no hay color. Animaros a probarla sola en ensalada o en chutney para acompañar carnes blancas.
Normalmente no hablo de marcas de alimentación ni mantengo relación con ellas, pero esta oportunidad me pareció atractiva para conocer más de cerca una industria que juega un papel fundamental en nuestra alimentación (amén de que la compañía era fantástica).
El programa incluía una presentación en las oficinas de la empresa, visitas a los campos de apio, lechuga y a los almacenes. Durante la presentación se abordaron temas importantes como la sostenibilidad, la seguridad alimentaria (y exigencias de la UE) y el sabor de los productos, de acuerdo a la demanda de los consumidores. Me llevé una buena impresión del enfoque de la empresa y del trato recibido, pues en ningún momento tuve la sensación de que me estuvieran vendiendo la moto.
En las visitas por sus instalaciones, nos enseñaron la moderna maquinaria que utilizan a fin de que el producto llegue lo más fresco posible al supermercado (en la misma máquina lo lavan y lo empaquetan) y luego nos explicaron los diferentes controles de calidad que ellos mismos realizan.
En suma, una visita muy interesante y agredezo a Pascual la invitación. Y no sólo desde el punto de vista del aprendizaje o curioseo... ¡También desde el paladar! En la comida pudimos degustar una muestra de los productos estrella de Pascual: kumatos, minikumatos, apio, minihojas y... y remolacha.
La remolacha ha sido mi descubrimiento de 2011 (al menos del primer trimestre, espero que siga teniendo sorpresas así de agradables durante el resto del año).
Primero la probé en una clase de Mermeladas y Chutneys en Cookiteca, con la fabulosa Chef Alejandra Ellenberg y la segunda vez en Murcia. Ello me recordó que tenía esta receta por publicar desde que hice la clase allá por enero...
No me enrollo más, sólo aclaro que si la remolacha ha sido un descubrimiento es porque hasta ahora sólo había probado la cocida de bote, y claro, como suele pasar, no hay color. Animaros a probarla sola en ensalada o en chutney para acompañar carnes blancas.
Guarnición: Berenjenas con Tomate
A pesar de que recientemente la dieta mediterránea fue declarada Patrimonio de la Humanidad, se han perdido las buenas costumbres de consumir diariamente frutas y verduras, parte esencial de esta dieta.
Cierto es que todos conocemos sus múltiples beneficios y muchos de los que me léeis, bloggers también, seguro que sí consumís estos productos. Pero, ¿y nuestra sociedad?
A mí cada día me preocupa más la industrialización de la alimentación y el poco tiempo que dedican las familias (hablo en general) al cuidado de los alimentos.
Unos dicen que es falta de tiempo, a otros no les gusta "lo verde"... En realidad, sólo se necesita imaginación para combinar/presentar estos ingredientes de forma variada, sin pasarse horas en la cocina.
¿Qué tal unos montaditos de berenjenas con tomate? ¿No os gustan las berenjenas? Cambiadlas por calabacines. ¿No os gusta el tomate? Cambiadlo por una salsa de cebolla, zanahoria y apio. Jugad con los sabores.
Cierto es que todos conocemos sus múltiples beneficios y muchos de los que me léeis, bloggers también, seguro que sí consumís estos productos. Pero, ¿y nuestra sociedad?
A mí cada día me preocupa más la industrialización de la alimentación y el poco tiempo que dedican las familias (hablo en general) al cuidado de los alimentos.
Unos dicen que es falta de tiempo, a otros no les gusta "lo verde"... En realidad, sólo se necesita imaginación para combinar/presentar estos ingredientes de forma variada, sin pasarse horas en la cocina.
¿Qué tal unos montaditos de berenjenas con tomate? ¿No os gustan las berenjenas? Cambiadlas por calabacines. ¿No os gusta el tomate? Cambiadlo por una salsa de cebolla, zanahoria y apio. Jugad con los sabores.
Mousse de Alcachofas
Cuando ayer salí del trabajo, camino a casa compré unas alcachofas para cenar (como estamos en temporada, hay que aprovechar)y en lugar de hacerlas hervidas, como las preparo habitualmente entre semana, abrí la nevera y junté 4 ingredientes más para hacer esta receta.
Si os gustan las alcachofas, ya habréis probado varias formas de degustarlas: al vapor, al horno, en tempura, salteadas, en tortilla... Y ahora también en mousse para dipear o untar unas tostadas. .
Os dejo con una receta base, que podéis adaptar a vuestros gustos o a lo que tengáis en la nevera.
Ingredientes:
- 4 alcachofas
- 8 aceitunas kalamata sin hueso
- Parmesano rallado, al gusto
- Perejil picado, al gusto
- Sal
- Aceite
- Pimienta negra molida
- Vinagre de Módena
Retira el tallo de las alcachofas y las hojas más duras. Corta las puntas de las alcachofas y luego corta el corazón en 4 partes. Retira los pelillos del interior.
Pon agua en una cacerola y cuando rompa a hervir echa las alcachofas. Una vez éstas estén tiernas (pínchalas con un cuchillo), retíralas.
En el vaso del minipimer, pon todos los ingredientes y tritura hasta obtener una pasta homogénea. Rectifica de sal si fuera necesario y sirve con unas tostadas de pan.
Ingredientes:
- 4 alcachofas
- 8 aceitunas kalamata sin hueso
- Parmesano rallado, al gusto
- Perejil picado, al gusto
- Sal
- Aceite
- Pimienta negra molida
- Vinagre de Módena
Retira el tallo de las alcachofas y las hojas más duras. Corta las puntas de las alcachofas y luego corta el corazón en 4 partes. Retira los pelillos del interior.
Pon agua en una cacerola y cuando rompa a hervir echa las alcachofas. Una vez éstas estén tiernas (pínchalas con un cuchillo), retíralas.
En el vaso del minipimer, pon todos los ingredientes y tritura hasta obtener una pasta homogénea. Rectifica de sal si fuera necesario y sirve con unas tostadas de pan.
Regalo Gourmand: Sal de Vainilla
Casi todos hemos oído hablar del azúcar de vainilla y lo fácil que es hacer en casa, pero yo nunca había oído hablar de la sal de vainilla hasta que la vi en este blog y me cautivó.
Es fácil de hacer, da un toque muy especial tanto a platos salados como dulces y puede ser un detalle original para esta época.
Para hacerla sólo necesitas sal y semillas de vainilla.
¡Prueba a combinar sales entre sí y con vainilla y verás!
En las fotos: Sal de mesa normal, vainilla, sal Maldon ahumada.
En las fotos: Sal de mesa normal, vainilla, sal Maldon ahumada.
Guarnición de Manzanas, Patatas y Setas
Ingredientes sencillos, de la tierra, que acompañan a cualquier plato y se preparan en un momento. Para aderezar: un aceite verde a base de perejil.
Ésta es mi propuesta para el concurso de cocina con setas que organiza La Cocina de Javi junto a Iloveaceite.
Ingredientes para 2:
- 3 patatas medianas
- 2 manzanas
- 150 gr de setas
- Aceite de oliva virgen extra
- Perejil
Pela las patatas y las manzanas y córtalas a láminas finas. Saltéalas en una sartén un par de minutos con un poco de aceite y luego pásalas a una bandeja de horno. Horneálas durante 15-20 minutos a 180º.
Limpia las setas, trocéalas y, en la misma sartén de antes, rehógalas con un chorrito de aceite unos minutos.
Mientras, ve preparando el aceite verde: pon las hojas de perejil lavadas en el vaso de la batidora, cubre con aceite de oliva virgen extra y bate hasta que el aceite y el perejil queden integrados.
Sirve las láminas de patatas y manzanas alternándolas entre ellas, reparte las setas por encima y termina con unos toques de aceite verde.
Dulce de Higos
Ésta es mi aportación al HEMC #47, cuyo motivo son las gelatinas y su anfitriona es Eva, de El Fogón de Eva.
En general no soy muy fan de las gelatinas y no suelo preparar, así que tuve que investigar hasta conseguir una receta que me gustase y me apeteciera comerla, y al final la encontré en Gourmet Recipes.
La receta es muy fácil de elaborar, estamos en temporada de higos y es perfecta para acompañar una tabla de quesos.
El nombre realmente no lo tenía muy claro, en la entrada original le llamaban mermelada de higos, pero la apariencia final me recuerda más al dulce de membrillo que otra cosa, así que así se queda.
Veréis que para llegar a este resultado, primero se hace una mermelada de higos y luego entra en juego la gelatina, en este caso, agar-agar.
Ingredientes:
- 500 gr de higos (pesados con piel), pero contando que estén llenitos
- 400 gr de azúcar
- Agua
- 1 cucharadita de agar-agar
Primero vacía los higos, partiéndolos por la mitad con un cuchilo y ayudándote de una cucharilla para sacarles toda la carne, que irás poniendo en una olla de fondo grueso.
Luego añade el azúcar a la olla, remueve, tapa y deja reposar una noche.
Al día siguiente, pon los higos a cocer durante 30 minutos y pasado este tiempo deja enfriar la mermelada. Una vez fría, pásala por el minipimer.
Mientras, pon agua a calentar en un cazo con el agar-agar. Cuando esté a punto de hervir, apártala e incopora un poco a la mermelada. Remueve bien para asegurarte que se integra correctamente. Si fuera necesario, añade un poco más de agua y vuelve a mezclar.
Vierte toda la mezcla en una bandeja o molde y déjalo enfriar hasta que veas que la superficie está brillante y ya tiene la consistencia adecuada.
Consérvalo en la nevera.
En general no soy muy fan de las gelatinas y no suelo preparar, así que tuve que investigar hasta conseguir una receta que me gustase y me apeteciera comerla, y al final la encontré en Gourmet Recipes.
La receta es muy fácil de elaborar, estamos en temporada de higos y es perfecta para acompañar una tabla de quesos.
El nombre realmente no lo tenía muy claro, en la entrada original le llamaban mermelada de higos, pero la apariencia final me recuerda más al dulce de membrillo que otra cosa, así que así se queda.
Veréis que para llegar a este resultado, primero se hace una mermelada de higos y luego entra en juego la gelatina, en este caso, agar-agar.
Ingredientes:
- 500 gr de higos (pesados con piel), pero contando que estén llenitos
- 400 gr de azúcar
- Agua
- 1 cucharadita de agar-agar
Primero vacía los higos, partiéndolos por la mitad con un cuchilo y ayudándote de una cucharilla para sacarles toda la carne, que irás poniendo en una olla de fondo grueso.
Luego añade el azúcar a la olla, remueve, tapa y deja reposar una noche.
Al día siguiente, pon los higos a cocer durante 30 minutos y pasado este tiempo deja enfriar la mermelada. Una vez fría, pásala por el minipimer.
Mientras, pon agua a calentar en un cazo con el agar-agar. Cuando esté a punto de hervir, apártala e incopora un poco a la mermelada. Remueve bien para asegurarte que se integra correctamente. Si fuera necesario, añade un poco más de agua y vuelve a mezclar.
Vierte toda la mezcla en una bandeja o molde y déjalo enfriar hasta que veas que la superficie está brillante y ya tiene la consistencia adecuada.
Consérvalo en la nevera.
Patatas Hasselback
Descubrí esta forma de asar las patatas en vuestros blogs y quise hacerlas desde la primera vez que las vi, así que no sé porqué he tardado tanto... pero aquí están, una delicia crujiente por fuera y tiernas por dentro...
Por lo que he visto, hay varias versiones de esta receta sueca. La gran mayoría de ellas incluyen ajo a láminas (insertándolas entre los cortes de las patatas). Para hoy he preferido un gusto más suave, de manera que he cambiado el ajo por romero.
Ingredientes para 2 personas:
- 6 patatas pequeñas
- Mantequilla
- Sal en escamas
- Romero
- Pimienta negra
Empieza cortando las patatas a láminas pero sin llegar al final (como ves en la foto). Para hacerlo, puedes ayudarte de una cuchara, poniendo la patata sobre ella.
Luego inserta algunas escamas de sal en las patatas, pon un poco de pimienta negra recién molida y el romero.
Por último, corta 6 dados pequeños de mantequilla y ponlos encima de las patatas.
Mételas en el horno durante 40 min a 200º.
Por lo que he visto, hay varias versiones de esta receta sueca. La gran mayoría de ellas incluyen ajo a láminas (insertándolas entre los cortes de las patatas). Para hoy he preferido un gusto más suave, de manera que he cambiado el ajo por romero.
Ingredientes para 2 personas:
- 6 patatas pequeñas
- Mantequilla
- Sal en escamas
- Romero
- Pimienta negra
Empieza cortando las patatas a láminas pero sin llegar al final (como ves en la foto). Para hacerlo, puedes ayudarte de una cuchara, poniendo la patata sobre ella.
Luego inserta algunas escamas de sal en las patatas, pon un poco de pimienta negra recién molida y el romero.
Por último, corta 6 dados pequeños de mantequilla y ponlos encima de las patatas.
Mételas en el horno durante 40 min a 200º.
Zanahorias Vichy
Esta receta es ideal para dar un toque diferente y dulzón a la guarnición, además de muy fácil de hacer.
Ingredientes para 4:
- 4 zanahorias normales u 8 zanahorias baby
- Mantequilla
- Agua de Vichy
- Azúcar
- Sal
Si las zanahorias son baby, sólo hará falta que las peles. Si son normales, córtalas a rodajas.
Deshaz mantequilla en una sartén y añade las zanahorias. Reparte por encima un par de cucharadas de azúcar y una punta de sal. Cubre con agua de Vichy y deja que se vaya evaporando, removiendo de vez en cuando.
Cuando ya no quede líquido, comprueba el punto de cocción de las zanahorias pinchándolas con un cuchillo o tenedor. Si ya están tiernas, retíralas.
Al final puedes espolvorear un poco de perejil fresco picado por encima.
Hummus
Rápido y fácil de hacer, lo puedes servir como dip o como snack.
La clave está en el tahini (una pasta hecha de semillas de sésamo) y en utilizar la cantidad adecuada de limón. Si además le añades salsa de soja, le darás el punto salado perfecto, sin añadir sal, y realzarás el resto de ingredientes.
Ingredientes para 5-6 personas (de picoteo):
- 300 gr de garbanzos cocidos
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de zumo de limón
- 1 cucharada de tahini*
- 2 cucharadas de aceite de oliva + un chorrito al final
- 1 cucharada de salsa de soja (opcional)
- Pimentón (opcional, para decorar)
- Granada (opcional, para decorar)
Pon todos los ingredientes en un recipiente y tritura con la batidora o minipimer.
La consistencia del hummus debe ser como un puré espeso, pero ni demasiado denso, ni demasiado líquido.
Para servir, haz unos hilos de aceite por encima, espolvorea un poco de pimentón y reparte granada por encima. .
* Puedes encontrar la pasta de tahini en tiendas de especialidades gastronómicas griegas o de Oriente Medio.
La clave está en el tahini (una pasta hecha de semillas de sésamo) y en utilizar la cantidad adecuada de limón. Si además le añades salsa de soja, le darás el punto salado perfecto, sin añadir sal, y realzarás el resto de ingredientes.
Ingredientes para 5-6 personas (de picoteo):
- 300 gr de garbanzos cocidos
- 1 diente de ajo
- 2 cucharadas de zumo de limón
- 1 cucharada de tahini*
- 2 cucharadas de aceite de oliva + un chorrito al final
- 1 cucharada de salsa de soja (opcional)
- Pimentón (opcional, para decorar)
- Granada (opcional, para decorar)
Pon todos los ingredientes en un recipiente y tritura con la batidora o minipimer.
La consistencia del hummus debe ser como un puré espeso, pero ni demasiado denso, ni demasiado líquido.
Para servir, haz unos hilos de aceite por encima, espolvorea un poco de pimentón y reparte granada por encima. .
* Puedes encontrar la pasta de tahini en tiendas de especialidades gastronómicas griegas o de Oriente Medio.
Guacamole
Ingredientes:
- 2 aguacates maduros
- 1 pimiento chile
- 1/2 cebolla mediana
- 2 cucharaditas de zumo de limón
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal
Pela los aguacates y aplástalos con un tenedor hasta conseguir una consistencia cremosa.
Pica el chile muy fino. Pela y pica la cebolla, también muy fina.
Mezcla el aguacate con el chile, la cebolla, el zumo de limón y el aceite de oliva. Añade una pizca de sal y mézclalo todo en la batidora (bate más o menos según te guste encontrar tropezones en el guacamole o no).
- 2 aguacates maduros
- 1 pimiento chile
- 1/2 cebolla mediana
- 2 cucharaditas de zumo de limón
- 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal
Pela los aguacates y aplástalos con un tenedor hasta conseguir una consistencia cremosa.
Pica el chile muy fino. Pela y pica la cebolla, también muy fina.
Mezcla el aguacate con el chile, la cebolla, el zumo de limón y el aceite de oliva. Añade una pizca de sal y mézclalo todo en la batidora (bate más o menos según te guste encontrar tropezones en el guacamole o no).
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